Nuevo post semanal recogido en #FiltroValencia de La Vanguardia CV. Hoy repensaba sobre las campañas de proximidad, terror en el mercado y mesas redondas. Si queréis ver el original, aquí tenéis el enlace. Espero que os guste.
¿Quién diría que estamos a tan sólo diez días del inicio de la campaña electoral? Pese a la socorrida “campaña continua”, que no sé si es una realidad o si debiera serlo –hablando estratégicamente-, lo que sí es cierto es que estamos en la post-pre-campaña y eso sólo puede significar una cosa: ¡Luces, cámara, acción! ¡Comienza el espectáculo político!
Cómo será la campaña de cada partido es uno de esos secretos mal guardados, como las alineaciones de los equipos en la final de la Champions ¿Acaso el entrenador no sacará el once de gala que ha utilizado durante buena parte de la temporada? Pues, aquí, lo mismo. Viendo la trayectoria del último año, los candidatos y, sobre todo, el clima sociopolítico que se respira, podemos intuir por donde irán los tiros. Aunque, todo sea dicho, una buena manera de conocer los entresijos de éstas antes de que comiencen es preguntar directamente a quienes se encargan de diseñarlas. Vale, sí, pierde todo el suspense; pero es más efectivo -y más si somos ansiosos por naturaleza-.
Y como yo soy una de esas, no me pude contener y el pasado viernes, en la Jornada “Cómo sobrevivir a un año electoral y no morir en el intento” de la Facultat de Dret de la Universitat de València, les pregunté. Fue una mesa redonda formada por cinco coordinadoras de campaña que dialogaron sobre la planificación, la estrategia y la comunicación de las inminentes campañas electorales valencianas. Nos hablaron de sus propuestas, de la recuperación de las instituciones públicas, del rejuvenecimiento de los políticos, del papel de las redes sociales digitales y, especialmente, del vacío mediático producido por el cierre de RTVV, que supone que la agenda mediática venga marcada desde Madrid. O dicho de otro modo, las dificultades que tienen los políticos y temas valencianos al no tener espacio aquí y competir con el resto de España para conseguir espacio allí, y que luego se vea aquí. Bueno, y de la corrupción también hablaron, como os podéis imaginar.
Una de las cosas que más me sorprendió fue la coincidencia de todos los partidos en poner en marcha “campañas de proximidad”. Obvio, pensaréis, con la que les está cayendo a los políticos. Ya, pero es que de las cinco, cuatro coordinan campañas autonómicas y sólo una de ellas lo hace en el ámbito municipal. Ya sabemos que la estrategia electoral es diferente según el nivel territorial, cosa que tiene que ver con la distancia real y simbólica entre el candidato, el elector y el espacio. Por hacerlo más gráfico: imaginemos una línea recta donde el punto inicial representa la proximidad con el ciudadano y el punto final la lejanía –yo qué sé, como por ejemplo hablar a través de un plasma-; bien, las campañas municipales las situaríamos en ese punto inicial y las europeas en final, y así tendríamos un continuum de proximidad-lejanía de la campaña y la ciudadanía. ¿A qué se debe esto?
Pues a que la implicación con el lugar donde vivimos –la terreta- es mayor, somos glocales aunque no sepamos que existe una palabra para definirnos. Porque queremos encontrarnos en el supermercado con el candidato o queremos decirle que el centro de salud prometido hace veinte años sigue siendo un solar. Porque estamos hablando de nuestro día a día, de nuestra realidad inmediata y esa sí es tangible, esa sí sabemos cómo es y sí la entendemos. La política, como la economía, según amplía el zoom se aleja, dejamos de tocarla y pasamos a verla, literalmente, en la televisión, en la prensa o en interné. De ahí que las municipales se basen en la persona –no tanto en el personaje- y el resto se basen en el personaje –y no tanto en la persona-. Tal vez este año sea la excepción.
En definitiva, los candidatos a ayuntamientos y a autonomía (y a Estado, no las perdamos de vista) van a hacer la calle como no lo habían hecho nunca. O al menos eso dicen sus responsables de campaña. Así que ya sabéis, si no queréis encontraros con hordas de políticos repartiendo flyers y caramelos, nada de mercados, centros de salud o plazas concurridas hasta el veinticinco de mayo.