El jueves 15 participé en la conferencia "Horitzons del Canvi Polític Valencià" organizada por PODEM en la Facultat d'Història de la Universitat de València.

En la mesa estábamos Maite Larrauri -filósofa-, José Luís Villacañas -catedrático de filosofía de la UCM y columnista-, y Antonio Estañ -secretario general y síndic de PODEM.

Hablamos sobre qué ha supuesto el cambio institucional (2015), cuales han sido los hitos y los retos del Govern del Botànic y cual es el horizonte de la política valenciana. En mi caso, tenía que abordar con mayor profundidad los hitos y retos del Govern del Botànic para generar el debate posterior (de manera esquemática):

Hitos

1.La vuelta a la normalidad democrática a través del diálogo parlamentario en les Corts y de las reformas institucionales que blindan la administración

 

2.Recuperación y restitución de derechos básicos: sanidad universal, fin copago farmacéutico, vivienda social (alquiler-pobreza energética), educación pública de calidad y gratuita y la ampliación de una ciudadanía inclusiva y ampliación del espacio individual  (ley trans, ley de igualdad de género...)

 

3.Se ha dado forma a una agenda valenciana: infrafinanciación, del Corredor Mediterráneo o los problemas del AVE. La Comunitat vuelve a ser actora estatal. Esto va unido a la recuperación de la imagen de la dignidad de la política valenciana. Nos tomamos en serio y parece que empiezan a tomarnos en serio.

 

4.Cierta activación económica: fin del inmovilismo  con programas/proyectos interesantes (Los AVALEM, Parc Sagunt, municipalización, cooperativismo, etc.) pero sin un modelo económico general, definido y perfilado. Además, la activación hay que entenderla en un contexto internacional económico favorable que contagia a la economía valenciana aunque todavía en términos macro y muy poca repercusión a nivel cotidiano (¡cuidado con el mantra de la recuperación!).

 

5. Y finalmente, el último hito es la gestión de la diversidad política: La apertura del sistema de partidos (causa no consecuencia del Botànic) ha supuesto el inicio de una cultura de coaliciones y alianzas. El maridaje político, o como dice una buena amiga el entreverao (en los tres escalones políticos se alternan los dos partidos de gobierno) es un ejemplo de gestión de la diversidad, el control y el contrapeso (que ya Aristóteles nos hablaba). No funciona a la perfección pero hay que entender que no hay referente que guíe y la gran mayoría de cargos no tienen experiencia en la gestión política. Pero en líneas generales, no está siendo el caos que muchos auguraban. Es un hito a la par que una debilidad.

 

 

Retos

1.La economía ¿ha llegado ya la productividad? Abordar el modelo hacia la economía naranja, la reindustrialización y modernización-fortalecimiento del tejido PYME.

 

2.La administración: es reto y la debilidad mayúscula del Botànic. La administración valenciana está envejecida (más del 60% tiene +50 años), exigua de personal y de financiación y la burocratización es excesiva. A esto se le une la cuestión político-electoral. Los tiempos social-cotidiano, político-electoral y gestión-administrativo están des-sincronizados. El primero, más rápido, acelera al político que le quiere dar respuesta y, por tanto, espolea al administrativo. No es particular del sistema valenciano ni mucho menos, pero es la realidad. El querer poner orden a lo que dejó el PP y el querer desarrollar el proyecto político al mismo tiempo es prácticamente imposible porque los recursos son limitados. La tensión resultante (falta de personal, profesionales “cansados”, falta de recursos económicos, burocracia) llega a la ciudadanía en forma de retraso en pagos, subvenciones, colas, saturación servicios sociales, etc. Es decir, produce una imagen o una percepción negativa. Este es uno de los grandes costes electorales que va a tener el Botànic. Pero además, creo que no se ha tomado con suficiente importancia esta cuestión.

3.Las mujeres: a ver si lo del siglo XXI es el de las mujeres va de una vez por todas. Para mí, el camino hacia la igualdad pasa por el plano económico (profesional-empresarial-laboral). Nuevos modelos de gestión, rentabilidad de género, incorporación al plano directivo, oportunidades reales, incentivo tras la interrupción por maternidad, conciliación per-fam-prof., liderazgos y referentes públicos. Dicho de otro modo, ocupar los espacios duros (los de poder, tradicionalmente masculinos) y dejar de asociar a las mujeres a los espacios blandos (cuidados, bienestar, servicios sociales, sanidad, educación).

4.Los jóvenes: reto que trasciende el gobierno. Fundamentalmente, el empleo digno. Los menores de 40 años no nos podemos resignar a un empleo de supervivencia, es necesario abordar la reforma laboral para permitir que todos, pero en especial los jóvenes, puedan desarrollar su existencia a través de una profesión acorde con su decisión personal. Es lo que Franklin comentaba de la búsqueda de la felicidad o lo que intuimos en el preámbulo de la Constitución 78 (Promover el progreso de la cultura y de la economía para asegurar a todos una digna calidad de vida).

 

5.La vertebración social y territorial. La primera para evitar la profundización de la fractura social, es decir, la ampliación de las diferencias entre capas sociales. La segunda sobre la economía, infraestructuras, servicios básicos dotando de mayor protagonismo, competencias y dotación a los municipios. La cuestión de la vertebración sobre los afectos e identidades, para mí es secundario porque la realidad valenciana es muy compleja (devenir histórico-político) y por más que me pese, el intento de cohesión identitaria sobre la fundamentación valenciana ha fracasado. Debemos abordarla sobre otros elementos que sí permitan un proyecto común, pues la alternativa será la fractura y alejamiento todavía mayor entre la lógica valenciana y la lógica castellana (que no olvidemos, también es valenciana).

 

6.Y el reto del cambio climático que ni se le ve ni se le espera. Para mí, pasa por la tecnificación y la despolitización. La gestión del agua volverá a ser un tema presente en el debate político-mediático fundamentado para unos sobre la emoción (error) y para otros sobre la base científico-técnica (difícil ganar a la emoción).

 

Finalmente abordamos el horizonte electoral 2019 (superdomingo en el que coincidirán municipales-autonómicas-europeas y ¿generales?) donde la clave será qué hará Ciudadanos ¿se abstendrá para permitir la reedición del Botànic (aunque con diferente correlación de fuerzas) o se aliará con PP para gobernar? Si estuviéramos ante el Ciudadanos de Marí, nos situaríamos en la opción primera pero con el Ciudadanos de Sánchez, estamos más cerca de la segunda opción. Aunque, como sabéis, la decisión se tomará en Madrid.

 

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