Nuevo post de opinión sociopolítica en mi blog #FiltroValencia de La Vanguardia CV. Hoy sobre la importancia del Presidente del Parlamento. Ya sabéis que si queréis leer el artículo original, clic aquí.
“El Parlamento prepara su regreso a la primera línea de la política” o “Es la hora del Parlamento”, podrían ser los titulares de las elecciones del pasado domingo. Sí, el gran beneficiado en esta XI Legislatura, además de los ciudadanos, va a ser el Parlamento ya que va a recuperar el protagonismo perdido en estas dos últimas décadas... A menos que vayamos a nuevas elecciones y alguien consiga mayoría absoluta. En ese caso, las líneas que siguen a continuación carecerán de sentido y supongo que se autodestruirán. Esperemos que no ocurra ni una cosa ni la otra.
Todos sabemos que las Cortes Generales (es el nombre que recibe el Parlamento en España y que está formada por el Congreso de los Diputados y el Senado) son importantes, aunque no está tan claro el por qué, más allá de la coletilla “poder legislativo” que todos hemos aprendido y que, a veces, no acabamos de dar forma. Es la institución política que representa a los ciudadanos, que hace las leyes (aunque no en exclusiva), que aprueba los presupuestos generales del Estado y que forma y controla al Gobierno. Esto es lo que nos dice la Constitución. Ahora bien, en estas últimas legislaturas, con varias mayorías absolutas y gobiernos en minoría, nos hemos -o nos han- acostumbrado a ver el Parlamento como un actor secundario ante la preeminencia del Presidente y de su Gobierno, que parece ser el actor supremo que marca el ritmo político, relegando a la sede parlamentaria a un mero escenario de reafirmación de su actividad y, como mucho, la escenificación de la dialéctica política.
En el nuevo escenario, la elección del presidente va a ser un malabar político: el nombre del Presidente del Congreso nos desvelará hacia qué derroteros se va a inclinar la política durante estos cuatro años. ¿Los dos partidos con capacidad de gobernar tal vez renuncien a este bomboncito en pro de sus nuevos amigos emergentes como concesión a formar gobierno? ¿La supuesta neutralidad del Presidente del Congreso favorecería mediáticamente a Iglesias o Rivera o los convertiría en bambisno presidenciables de cara a 2019? ¿Veremos un independiente consensuado por primera vez como Presidente del Congreso? No sé si veremos eso de la nueva política pero lo que sí es cierto es que esta ya no es la política a la que estábamos acostumbrados.