En un artículo de El País (8/5/2013) -propuesto por Marta Méndez- sobre el Informe sobre la Reforma de la Administración Pública y su Sector, encomendado por el Gobierno de Cataluña, encontrábamos la correlación entre “una Administración más ‘eficaz, eficiente, transparente y que rinda más cuentas’” y la reducción de funcionarios pero ¿acaso no es posible que nuestra administración sea eficaz, eficiente, trasparente y que rinda cuentas sin desmantelar el entramado público? Me parece que estamos de acuerdo en que sí se puede –eslogan manifestero- y es a lo que debemos aspirar. Obviamente hay límites que desde y en lo público no se deben traspasar, pero hasta esas fronteras en España todavía nos queda mucho trecho que cubrir, entonces ¿por qué desmontar el aparato si no hemos llegado a los límites? Es decir, ¿cómo sabemos hasta donde podemos llegar si no nos permitimos intentar llegar?
Pues en esta idea de conocer nuestros límites, mi sugerencia para dar el salto cualitativo hacia una administración eficiente, destaco tres transformaciones: la flexibilidad, buenos mecanismos de seguimiento, control y evaluación y buenos estrategas públicos. La flexibilidad y eficacia que abanderan al sector privado: porque podemos adaptar esos modelos y procedimientos que sabemos funcionan en el mercado. Quiero recalcar que debemos adaptar y no importar, porque adaptar implica ajustarlos a los límites que marca la propia naturaleza de lo público. No todo vale en lo de todos pero eso no quita para que no podamos fijarnos en lo que funciona bien. Buenos mecanismos de seguimiento, control y evaluación: me parece que hemos debatido suficientemente a lo largo de este máster sobre la necesidad imperiosa de implementar la fase de seguimiento, control y evaluación de cualquier aspecto público. Y finalmente necesitamos estrategas de lo público: funcionariado de alta cualificación, capaces de dejar su convicción política en casa, con una visión largoplacista, con un elevado concepto de lo público y con la responsabilidad de proteger y potenciar la administración pública frente al interés partidista electoral.
Aida
@Aidaviz